He visto muchos jugadores con una técnica muy buena de saque, con mucha potencia, o con alto porcentaje de aciertos, pero aún así, a algunos de ellos, les he visto ganar pocos puntos en los juegos de su saque. Por eso, siempre digo que una cosa es tener un buen saque y otra es ser un sacador. ¿Qué es lo que ayuda a un jugador cosechar esos puntos gratis? ¿En qué consiste esa efectividad de un sacador? Vamos a descifrar paso a paso el trabajo y su aplicación para generar un mayor rendimiento del golpe más importante en la pista.
Trabajar y generar la variedad
Eso es lo primero en que hay que fijarse durante los trabajos para desarrollar este golpe. La variedad puede ser diferente: de ángulos, efectos, potencia, facilidad de engañar. Un buen sacador ve el cuadrado de saque con múltiples ángulos y posibilidades. Entre plano, liftado y cortado, 6 ángulos (incluidos cuerpo), 2 profundidades y cambios de potencia, se abre un abanico amplio de poder elegir una jugada inesperada para tu oponente.
Estrategia de saque paralela a la estrategia del partido
Un buen sacador, como buen jugador de cartas, tiene el historial de todos sus saques anteriores en su mente, de como ha sacado, dónde, y que tipo de daño ha conseguido. Sobre ese recuerdo rastrea los porcentajes de efectividad que ha tenido y genera una línea de posibles jugadas futuras.
El ACE en la manga
Aún así, un gran sacador siempre se reserva su mejor saque para un punto clave. No lo utiliza hasta que ve una necesidad real. Y cuando llega este momento saca su mejor arma, aquella jugada que ha trabajado mucho y en la que tiene mayor confianza. El efecto sorpresa y desconocimiento de ese arma son principales factores para cosechar un punto gratis cuando más lo necesites.
Un paso por delante del restador
Un buen sacador siempre adelanta un paso al que tiene enfrente, generando aquella jugada la que el restador no espera. Es un trabajo constante y uno no puede acomodarse. Aquí es donde se maximiza la importancia de memoria de las jugadas pasadas.
Una brecha en el resto
También un sacador puede encontrar una brecha en el resto y tenerlo siempre para cosechar puntos. Pero hay que recordar siempre que, la mayoría de las veces, si abusas demasiado el lado debil del contrario, este encuentra la manera de adaptarse y deja de regalar puntos. Así que cosechar sobre lado débil pero no desgastarlo haciendo mejor a tu contrario.
Saque + 1 (+2)
Además del saque, un buen sacador tiene jugadas varias construidas sobre este golpe que es su arma. Vamos a verlo de esa manera: aunque no funcione bien el saque, un buen sacador sigue ganando los puntos. Esas jugadas, conectadas con el saque además influyen mucho sobre la mentalidad dominante de un sacador.
Mentalidad de un sacador
Dominar. ¡Ese punto por derecho es mio! Esa confianza (no lo mezcléis con “confiarse”) es uno de los principales factores para construir una personalidad del sacador. Hay días que un buen sacador no siente el saque, no esta con “feeling” en sus golpes, pero le sigues viendo dominante y le sigues viendo ganar puntos.
Romper ritmo del restador
Un buen sacador, además de ganar puntos, consigue descolocar al oponente, romperle el ritmo y hacer que el restador juegue mal. Pongo un ejemplo que algunos aplican a la pista: Saco justo antes del cambio de lados. Voy a por los primeros, ace si es posible, o máximo un saque + winner. Me tomo mi tiempo para maximizar la concentración, además de tiempo entre puntos. Sumo primeros puntos de juego. Tanteo – 30:0. Arriesgo más y prefiero buscar un ace o ganador sacando un segundo primero, aunque cometa una doble falta. Mi trabajo es hacer que mi contrario toque la pelota lo menos posible. Tras ganar este juego, descanso el máximo permitido en el cambio. El resultado es que mi oponente lleva unos 8 minutos sin tocar la pelota y ahora tiene que sacar para defender su juego. Es aquí donde cambio el chip y ya soy el jugador más constante del circuito.
Y por último una lista de coas útiles que un buen sacador debe recordar:
- Su oponente intentará hacerle jugar el máximo de puntos en su saque y eso no debe hacer que se precipite.
- Que el restador intentará devolver todas las bolas y eso no debe hacer que busque un angulo o potencia donde no hay y comience a fallar más de la cuenta.
- Que debe llevar siempre consigo la idea de sus llaves (aquello que le ayuda recuperar el golpe cuando pierde sensaciones).
- Que debe leer el viento, el sol, la humedad y otros aspectos meteorológicos.
- Que debe saber hacer una lectura de desgaste de bolas y entrada de bolas nuevas en medio de un partido.
- Y por último, todo lo que hace tiene que ser difícil para descifrar para su oponente, incluido el gesto.
De todo esto creo que ya se puede sacar alguna u otra idea de mejoras y observar su efectividad en los partidos. Y recordad lo básico, que el saque se entrena sacando y nadie te podrá quitar esos cientos de saques de tu menú diario.
