El viento es un aspecto casi permanente en una pista de tenis. La mayor parte del año jugamos al aire libre, especialmente en países como España, y eso nos obliga a tener en cuenta los aspectos climatológicos, que afectan en mayor o menor grado al juego. Cómo jugar con viento es uno de los temas que debemos abordar con especial atención, ya que nos puede servir como un aliado poderoso de cara al partido. Hay múltiples detalles a tener en cuenta y vamos a intentar analizarlos individualmente, pero comenzaremos con el más importante: el Aspecto Mental.
Cómo afrontar mentalmente el viento
Convierte al viento en tu aliado
Nuestra predisposición para aceptar el viento al entrar en una pista de tenis es de gran importancia. Debemos tener claro que hay sucesos que no dependen de nosotros, los cuales no podemos cambiar, y tenemos que trabajar con (NO CONTRA) ellos. Este mismo asunto es el talón de Aquiles de muchos jugadores que entran en la pista y comienzan una batalla de la que no podrán salir vencedores, una batalla contra el viento. Pero dando la vuelta a la idea, el hecho de que esto suceda puede ser un arma a utilizar contra nuestros oponentes. Si aceptas el viento y lo conviertes en tu aliado, tendrás una gran ventaja sobre el jugador que no lo haga. Podrás utilizar el viento para ganar el partido mientras tu contrario está ocupado y distraído con el viento, sin darse cuenta de lo que sucede en la pista.
Entonces, el día en que haga viento, acepta el hecho de que no está en tus manos cambiarlo y comienza el trabajo de adaptación. Sé flexible y abierto emocionalmente para aceptar el reto y, en vez de percibirlo como un obstáculo, intenta verlo como un trampolín para convertirte en un jugador más efectivo y peligroso.
Acepta que tus golpes no van a ser fluidos
Con el viento, tu juego tan fluido (si lo era antes) ya no va a ser igual. Es parecido a viajar en avión: hay zonas de vuelo suave y otras de turbulencias. El jugador que mejor se adapte tendrá más ventaja. Y he aquí uno de los aspectos mentales más importantes, lo que yo llamo “la Estatua de Cera”. He comentado alguna vez, creo que en el artículo “Cartas al Jugador“, que nunca debes tener una imagen predeterminada de tu nivel de juego; debes aceptarte a ti mismo con toda la diversidad que eso supone: desde lo peor a lo mejor de tu nivel, en toda esa gama de las posibilidades que hay, eres tú. Sé flexible al verte a ti mismo. No construyas ideas fijas de tus golpes. De pequeño me enseñaron a ver mi nivel a través de mi peor día; es duro aceptarlo mentalmente, pero es muy efectivo si lo consigues, ya que todo lo que puede venir supone una suma y eso incluye que te verás siempre de manera constructiva.
Así, en relación con el viento, acepta el hecho de que la calidad de los golpes (los tuyos y también los de tu oponente) va a bajar. No intentes buscar aquella precisión que tienes en los días sin viento. No intentes buscar a aquel jugador que te imaginas que eres. Adáptate y acepta la cara fea de tu juego y trabaja con ella. En caso contrario, cuando no te veas como te imaginas, te vas a rechazar a ti mismo, y eso supone lo que llamamos “tirar un partido”. Así que manos a la obra, acepta el trabajo sucio y comienza a construir con lo que tienes entre manos. Recuerda que hasta las edificaciones más bellas se construyen en el barro.
Diferentes tipos de viento
Viento frontal
Vamos a describir de manera concisa los tipos de viento que puedes encontrar en la pista. Los que suponen una adaptación más sencilla son los vientos frontales que soplan de manera continua. En este caso, desde el principio, puedes ver de qué lado sopla el viendo, a qué velocidad y adaptar así tus golpes.
Viento cruzado
Luego existe el viento diagonal o lateral. Este tipo de viendo conlleva una doble adaptación: de fondo (ver dónde estás a favor y dónde estás en contra) y lateral (ver dónde tiene la pelota más facilidad para abrirse y salir al pasillo y dónde el viento fuerza la pelota de vuelta a la pista).
Viento racheado, ráfagas, remolinos…
Los más complicados son los vientos racheados, que soplan con ráfagas y remolinos. En estos casos, debes estar muy atento, ya que su velocidad cambia constantemente y eso te exigirá a buscar la adaptación en cada golpe. Además de precisar la velocidad y la colocación del tiro, tendrás que jugar con mayor movilidad, que ya debe ser alta con cualquier tipo de viento.
Las velocidades de viento
Las velocidades con las que suele soplar el viento no las vamos a definir mediante km/hora, sino a través de conceptos directamente vinculados con nuestro rendimiento en pista:
- El primero sería aquel viento que puede afectar a la trayectoria de la pelota: esto puede suceder desde una leve brisa hasta, en ocasiones, con un viento imperceptible pero capaz de cambiar la dirección de nuestros golpes.
- El segundo, el viento que afecta a nuestro carril del golpeo (swing): notamos su resistencia en la raqueta y esto nos lleva a introducir mayor tensión en nuestro swing y así descoordinarlo.
- Y el tercero, el viento muy fuerte que afecta ya a nuestra movilidad: notamos su presencia en nuestros desplazamiento por la pista.
En todos estos casos, tenemos que gestionar la adaptación de cada uno de dichos aspectos, siendo conscientes de la parte de nuestro trabajo que puede estar bajo la influencia del viento.
Consejos de cómo jugar con viento
Cómo averiguar en qué dirección sopla el viento
Muy sencillo. Antes de meterte en la pista, especialmente si estás en un torneo, busca alguna bandera cerca de la misma (casi siempre las hay en los torneos). Cualquier cosa que pueda flamear con el viento podría servir; con ello puedes observar en qué dirección sopla el viento. Si no ves banderas, puedes observar sombrillas, redes, vegetación o el truco típico de mojarse el dedo y levantarlo al aire como se hacía antiguamente. En el caso de jugar en pista de tierra, puedes coger un puñado de tierra batida y soltarla; así verás en qué dirección se esparce el polvo y con ello hacia dónde sopla el viento.
¿Qué lado elegir en el sorteo si hay viento?
En el sorteo, en caso de que haya viento, es preferible elegir comenzar en el lado en el que tienes el viento en contra; el motivo es la tensión que puedes tener al comienzo del partido, que provoca rigidez y acortamiento de gestos. Al estar al inicio del partido en contra del viento, puedes soltar mejor tus golpes y descargar esa tensión sin tener mucho peligro de que las bolas vayan fuera. Hay que recordar además que en los primeros golpes del calentamiento debemos fijarnos en alargar los gestos y acompañar; esto será más fácil cuando el viento ayude a mantener la bola dentro de la línea de fondo.
Sucede lo contrario si nos encontramos a favor del viento: si estamos tensos, acortando los gestos en los primeros golpes del partido y vemos que las bolas van fuera, existe el peligro que lo sigamos haciendo. Eso puede producir inseguridad en los tiros y un comienzo algo desajustado; por ello, elegir el lado en contra del viento nos ayuda a soltarnos al principio del partido y a coger confianza, entrando en el partido con mayor soltura.
Cómo jugar con el viento en contra
El posicionamiento y las distancias
Si estás jugando con el viento en contra, una de las cosas en las que debes fijarte son las distancias. Con el viento a favor, la bola de tu oponente va avanzar más y te comerá terreno, por eso debes mantener más distancia con la bola para colocarte detrás. Asimismo, necesitarás un mayor acompañamiento de cuerpo en tus golpes para mover la bola en contra del viento, lo cual exige coger más distancia en relación al impacto. Por ello, puedes colocarte ligeramente más atrás de la línea de fondo de lo que sueles estar y tener en cuenta que cuando te tiren una bola con mucho efecto, ésta rebotará con mayor fuerza debido a la fuerza del viento que la acompaña.
Juega más cruzados con el viento en contra
Una de las cosas a tener en cuenta cuando juegas con el viento en contra son los golpes que eliges: si juegas recto y plano, hemos dicho que debes meter mucho peso en la bola, acompañando con el cuerpo. Aun así, los golpes rectos paralelos harán menos daño a tu contrario, ya que el viento frenará su potencia. Además, gastarás mayor energía intentando generar fuerza en contra del viento. Por esto, la mayor parte de golpes para hacer daño deben ser cruzados. El viento, al abrir la pista con un golpe cruzado, hará frenar la pelota y la sacará todavía más de la misma; también te ayudará a generar mayor ángulo cada vez que avance la pelota. Por esto, juega con más cruzados con el viento en contra: así conseguirás mayor ventaja trabajando con el viento como aliado.
El resto con el viento en contra
En el resto, recuerda que estás en contra del viento: aléjate más, cogiendo mayor distancia; vete atrás si te molesta la potencia del sacador con el viento a favor. Consigue así algo más de tiempo para reaccionar y devolver el resto con mayor seguridad. Recuerda que tanto el servicio plano y potente como el kick van a avanzar cargados con potencia extra.
Cómo jugar a favor del viento
El posicionamiento y las distancias
En caso de jugar a favor del viento, intenta llenar más el espacio adelante, acércate más a la bola: el viento va a frenar la pelota y eso puede darte muchas oportunidades para avanzar a la zona de presión o ataque. No esperes atrás, no dejes caer la pelota, búscala adelante y acorta las distancias: juega dentro de la pista.
Juega profundo o paralelos y con efecto
A favor del viento, debes aprovechar de la profundidad, ya que el viento te ayudará a generar mayor potencia en la bola. Juega profundo o paralelos a favor del viento. Si intentas abrir mucho la pista con cruzados, el viento llevará la pelota hacia el fondo de la pista y perderás así la efectividad del cruzado. Por ello, busca más profundidad con efecto y aprovecha para llevar a cabo golpes paralelos cuando veas hueco en la pista.
Además, para mantener el control necesitarás jugar con mayor efecto: así podrás mantener las bolas dentro de la pista. Evita pegar golpes planos, ya que el viento hará que la bola vuele sin control. Tira y carga tus golpes con efecto. Las bolas rebotarán con mucha energía en el fondo de la pista y obligarán al contrario a retroceder a la zona de defensa: será un buen momento para buscar avanzar hacia la red, por lo menos, cerrar los espacios a tu oponente.
El resto a favor del viento
¡Métete! Calcula la potencia del saque, pero atento: tendrás buenas oportunidades para restar dentro de la pista. La bola perderá fuerza mientras avanza; y si el contrario te ve meterte varias veces, en momentos importantes se agarrotará todavía más y dejará la pelota aun más corta; así que métete, presiona y aprovecha la ventaja que puede darte el viento.
Cómo sacar con viento
A favor del viento
El concepto general es el siguiente: cuanto más alta tires la pelota y más tiempo esté cayendo la bola hasta que la impactes, más la va a mover el viento y más te costará encontrar el impacto limpio; así que debes tirar la pelota muy cerca de donde la vas a pegar. Esa sería la regla básica. Para ello, es ventajoso sacar más cortados, ya que en este tipo de saque no dejas caer mucho la pelota; también puedes sacar planos acortando en la medida de lo posible la altura a la que tiras la bola. Y cuidado con los liftados, ya que en este caso sí que dejamos caer más la pelota para generar mayor efecto y eso con la presencia de viento puede generar problemas.
Es aconsejable buscar saques con efecto en vez de sacar planos. La pelota se moverá mucho al tirarla para sacar y esto provocará que pierdas la precisión. El porcentaje de saque de alta potencia va a bajar, así que intenta variar más con los saques con efecto para mantener los porcentajes. En caso de que te sientas cómodo y sepas cómo jugar con viento, puedes buscar algún otro saque con potencia, pero sin perder de vista la efectividad que puedas sacarle.
Por lo demás, cuando te encuentres a favor del viento, intenta aprovechar la potencia extra en los primeros saques. Es importante subir al máximo el punto de impacto para tener más ángulo de entrada a la bola y así contrarrestar el mayor avance de la pelota.Tira con efectos, ya que se moverán el doble con el viento. Busca un kick (con cuidado), que hará saltar y avanzar más la bola y no tengas miedo de subir a la red o, por lo menos, permanece atento a los restos que se queden en media pista; e igual que en los golpes de fondo, no busques demasiados ángulos abiertos. Ve a por la profundidad, al cuerpo y a los saques a la T.
En contra del viento
En contra del viento debes tener cuidado con el saque, ya que el restador te comerá el espacio. El saque que debes evitar es aquel kick que estás buscando en la profundidad del cuadrado para llevar a tu oponente atrás; este tipo de saque se quedará totalmente frenado a la altura del hombro para que te ataquen. Busca más cortados, planos, saques bajos y rápidos que corten el viento. Juega con efectos al cuerpo e, igual que en el fondo de la pista, ve a por ángulos abiertos para sacar al contrario fuera.
Otra cosa que tienes que tener en cuenta es ajustar cómo tiras la pelota al viento: estes a favor o en contra, debes tirarla para compensar la fuerza del viento y dejarla en el lugar en el que quieres que impacte.
Cómo rematar con viento
Todavía más que en el saque, en el remate debes tener cuidado con los globos altos: en caso de que puedas dejar la bola caer, deberías hacerlo. Y si no es el caso y tienes que rematar en vuelo, entonces trabaja hasta el último momento con los pies para ajustarte de la mejor manera posible y fija bien el impacto, manteniendo los ojos en la pelota hasta el final.
Las dejadas con viento
Haz las dejadas en contra del viento, no las hagas a favor: a favor del viento la pelota avanzará hacia el contrario y será un golpe fácil para tu oponente. Haz tus dejadas cuando estés en contra del viento; calcula la fuerza con la que sopla el aire y hazla. La pelota se quedará muerta, se frenará y, si le das algo de efecto cortado, hasta volverá hacia la red. Así que no dudes en utilizar este arma cuando tengas el viento de frente y comprueba tú mismo/a su efectividad.
Globos con viento
En general, no es aconsejable tirar una bola alta que se cuelgue en el aire, ya que te quedas a la merced del viento y sus caprichos. La bola debe estar cargada de efecto para cortar el aire y darle dirección. Por ello, si tiras un globo, hazlo con intención y dale efectos. Recuerda que contra el viento la bola se va a frenar, así que transmite más potencia para que avance; a favor del viento, genera mucho efecto para que no se vaya fuera. Y también ten en cuenta lo siguiente: el viento puede ser diferente a cierta altura: cuando tiras una bola alta en un globo, a 5–6 metros de altura el viento puede cambiar y mover la pelota a su antojo; así que cuidado con los globos en un día de mucho viento.
Vientos cruzados – centro
Cuando juegues con vientos cruzados, las bolas pueden desplazarse en dirección lateral. Para calcular mejor cómo sopla el viento, juega al principio con más margen; puedes hasta apuntar y jugar al centro y así conocer su fuerza y trayectoria. Una vez que lo tengas controlado, puedes ya abrir más ángulo, teniendo en cuenta el lateral de la pista en el que tendrás mayor riesgo para ajustar el golpe.
Activa las piernas
Una de las claves para saber cómo jugar con viento es la movilidad: la pelota puede cambiar de trayectoria o de dirección y debes estar atento para ajustarte. Necesitaras más pasos y más frecuencia para colocarte a una buena distancia del impacto. También debes ir trabajando con los pies hasta el momento del golpe para evitar que la bola se mueva en el último momento y acabes pegando desde una posición incómoda.
Mira la bola
Además de la movilidad, te va a ayudar mucho mirar bien la bola. Revisa el artículo “Tres Puntos de Visión“. Conéctate y coordínate con la pelota. Fija bien los impactos y mantén el focus sobre la bola para percibir a tiempo los cambios en su trayectoria. Esos milisegundos que puedas sacar por estar atento a la pelota te pueden dar bastante ventaja en un día de viento.
No tengas vergüenza de hacer el ridículo
Y por último, ya que se ha alargado mucho este artículo, NO TENGAS VERGÜENZA DE HACER EL RIDÍCULO. Con el viento a veces puedes parecer un principiante cazando mariposas. No pasa nada. Es parte del juego. Asúmelo y eso te hará más fuerte. No tengas vergüenza de parecer un principiante o encontrarte en una situación graciosa. Ten clara una cosa: quieres ganar el punto y quieres ganar el partido. Ese es tu objetivo. Y el viento jugará a tu favor si le dejas, si lo recibes como tu aliado.